Por Juan Carlos Cayupe Aronaca
Universidad Peruana Unión
En Latinoamérica y en el mundo se ha multiplicado un abanico de reformas para los sistemas educativos arguyendo como justificaciones el hecho de que los postulados filosóficos no son eficaces y que también los sistemas educativos presentan limitaciones frente a los vertiginosos cambios del estado actual de la sociedad. No se logra llenar completamente las necesidades educativas porque el conocimiento no es estático y los estudiantes luchan por adecuarse a eso ritmos de cambios.
En el ámbito educativo se ha consolidado varias teorías educativas (Conductismo, Cognitivismo, Constructivismo, Socio-constructivismo, Construccionismo y el Conectivismo) que han configurado propuestas curriculares más rigurosos. Aun así, vemos que la sociedad no ha alcanzado un convivencia plena y segura. ¿Qué está ocurriendo? ¿Las teorías educativas no funcionan? ¿Cuál es el papel del currículo adventista?
Muchas de las propuestas curriculares emanan del secularismo, prevalente en la actualidad, “que rechaza toda religiosidad trascendente y acepta como única realidad los factores que operan en esta vida y que pueden evaluarse empíricamente” (Humberto M. Rasi). En otras palabras, es un intento de vivir "sin Dios en el mundo". Dejar a Dios a un lado es dejar de vivir con esperanza, sus sistemas de valores pueden ser influenciados para incurrir a las prácticas deshonrosas.
Las corrientes filosóficas poseen postulados altamente admirables; sin embargo, si se centra en el poder humano. Es cierto que cada época presenta factores que generan la ruptura de los establecido tanto a nivel cultural como intelectual. Todo se modifica en el espacio del estudiante: sus creencias, sus ideales y motivaciones hasta incluso sus metas profesionales. Muchas veces les lleva al consumismo y al libertinaje. Por otro lado, los ideales políticos influyen en construcción de una corriente educativa, por ejemplo, Alvin Toffler (1970) notó que las escuelas estaban operando en función a las demandas desarrolladas en la era industrial:
"Nuestras escuelas van hacia atrás en un sistema que agoniza, en vez de ir hacia adelante, hacia la nueva sociedad emergente. Sus vastas energías se aplican para formar hombres industriales, chiflados, personas preparadas para sobrevivir en un sistema que estará muerto antes que ellos. Para ayudar a impedir el choque con el futuro, debemos crear un sistema educativo super-industrial. Ypara hacer esto, debemos buscar nuestros objetivos métodos en el futuro, no el pasado" (p. 353).
En ese marco, los estudiantes deben deberían experimentar escenarios futuros posibles. Por otro lado, las grandes empresas o grupos ideológicos oprimen a los menos favorecidos, dando poco interés por su desarrollo justo y equitativo. Debido a esa realidad surgió un movimiento educacional “la pedagogía crítica con el propósito de suprimir todas formas de dominación a través de la renovación de la sociedad. McLaren citado por Knight, G. R. (2015), sostiene que esta pedagogía representa un enfoque orientada al desarrollo las capacidades de los educandos para que transformen el orden social enfatizando la justicia y la igualdad.
Ahora bien, todas las teorías consideran la inclinación hacia el mal de la naturaleza humana ni mucho menos observan esa conducta como consecuencia de la caída y el pecado. Por supuesto, no buscarán respuestas en la Palabra de Dios porque impera la palabra del hombre.
Nuestra filosofía adventista no rechaza en totalmente los aportes relevantes de las corrientes educativas seculares, pero la Biblia no debe dejar de ser el documento que fundamenta y contextualiza todos los componentes del currículo en las instituciones adventistas tanto en la educación básica como en la superior. Los educadores y los directivos cristianos deben estar preparado para filtran los supuestos de cualquier teoría antes de incorporar en sus prácticas pedagógicas.
Es por ello que debemos levantar el estandarte de la educación redentora ya que el rol de “la educación cristiana es ayudar a traer a las personas a una relación personal con Dios, con otras personas, con su propio ser y con el mundo natural” (Knight, G. R., 2015, p.218). En por ello que la administración educativa debe corroborar que los contenidos del currículo no promuevan postulados que desconecten la cosmovisión cristiana de las vidas de los estudiantes.
Dios necesita maestros cristianos usados por el poder dinámicos del Espíritu Santo – amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, cortesía y autocontrol (Gálatas 5:22-24) – que impacte en la vida de sus estudiantes.
Referencias
Acosta, Abraham A. "Las escuelas de los profetas: Modelo de educación cristiana para todas las épocas." (No.486-02; 29CC: 1-17)
Alvin Tofler (1970). Future shok. New York: Random House. p. 353
Knight, G. R. (2015). The aims of Adventist education: A historical perspective.